30 de Agosto de 2005

Después de haber entrenado aquí, en Formentera durante todo el mes de Agosto, ha llegado la hora.

Quiero intentar navegar desde Barcelona a Odessa, para reivindicar y homenajear al fundador de esta ciudad ucraniana; José de Ribas, un español de Cataluña que siendo Almirante de la flota imperial rusa, fundo en 1794 el puerto de mar mas importante del mar Negro.

Mi intención era llevar un barco de apoyo, pero el propietario "se ha rajao" y no me queda otra que irme solo. Da igual; será mi 31 expedición en solitario sin apoyo (he realizado tres travesías con nodriza, y 30 sin barco)

Zarpo desde "Es Moli de Sal" rumbo a Barcelona (pretendo recalar en Valencia) a las doce. Carlos de "El Caminito" organizo ayer una magnifica y entrañable cena de despedida. Y ha querido venir también hoy a despedirme junto a otros amigos de mi Isla Querida! Geronimo, mi gran amigo barcelonés afincado aquí desde hace 30 anos. Cuanto me ayuda Geronimo siempre... Juanma me da un animo que agradezco con afecto. El mismo que siento por Isidoro o Cándido que estuvieron ayer en la cena. Ojalá se unan todos por el bien de nuestra Formantera amada... Toni Pins ha venido con una embarcación para despedirme. En su empresa, Naútica Pins, Toni, Fernando y sus compañeros han preparado mi pequeña embarcación a la que siempre bautizo "NUMANCIA" Han hecho un trabajo perfecto formando un equipo donde yo también he compartido las mismas ideas e ilusión que todos ellos. Hemos instalado dos bidones de 30 litros cada uno en la popa, para poder incrementar la autonomía de mi barquito. Eso me permitirá poder reabastecerme en puertos del litoral de España, Francia, Italia, Albania, Grecia, Turquía, Bulgaria, Rumania y Ucrania. Además, mi objetivo secreto es cruzar el golfo de León y conseguir un nuevo record para el deporte español..

Esta mi buen amigo Luis "Villalonga" que siente esta iniciativa como suya. Y Jorn Dams, Johnny, Claudia, Gustavo, Nico y tantas personas que quiero tanto en Formentera.

Zarpo. Rumbo Es Vedra. Pronto quedo solo ante la mar. Formentera, isla muy plana, desaparece pronto por la popa. Igual que Ibiza poco después. Tragadas sus lejanas siluetas por la mar... Rodeado de horizonte azul, avisto un pesquero acercándome a saludar a sus tripulantes. Una hora después, reconozco frente a mi la silueta rumbo colisión, del catamarán de Transmediterránea "MILENIUM" Lo capitanea mi primo José Luis Fz.de Bobadilla. Llamo por radio y siento su emoción al verme solo en la inmensidad del desierto de agua -"Los marinos estamos orgullosos de ti..." es su frase de despedida que me llena el corazón.

Pasan despacio las horas y al fin tierra. Pronto, por la proa Valencia. Isidoro, Comodoro del Real Club Naútico de Valencia sale en una "gomone" a recibirme. Mi amigo Manel Casanova, Presidente del RCNV ha organizado todo con el cariño que el sabe regalar siempre. Dos bocatas magníficos, combustible que me ofrece el Club, unos recambios de ultima hora, y me despido a las 20:00 horas para poner rumbo Norte. El Sol se acuesta enseguida a babor y quedo en otra noche de tantas vividas en la mar.

Peniscola aparece musulmana aunque sin su Luna. Ni media ni entera; noche azabache de temores e inquietud.

Me refugio. Son las doce y hace un frío pelón.. Amarro al lado de los pesqueros en paro biológico hasta el lunes. Salto a tierra para cenar tardíamente una ensalada de tomate y un buen pez. Las personas se sorprenden por mi llegada y aspecto y me peguntan curiosos. Enseguida quedamos para dar una conferencia en el instituto en Octubre. Encantadores, me invitan a dormir en su propia casa. Agradezco pero he de seguir. Me quitan la voluntad. una señora se ofrece a dejarme una manta y me propone dormir un rato en la cubierta de un pesquero de un conocido suyo. Accedo. Pienso que dos o tres horas de descanso no me pueden hacer ningún mal.. Voy a la NUMANCIA. Hay un visitante a bordo. Una cucaracha grande como una gran liebre, esta inspeccionando mi embarcación. La desembarco de un "dulce" manotazo y cae al agua. Pero gana a nado mi barquito. Se vuelve a embarcar. Sonrío y la dejo en paz. Después de todo, que es un verdadero barco sin alguna que otra cucaracha... Además, así no viajare tan solo! Duermo un rato y a las cuatro de la mañana me despierto. En el muelle hay movimiento. Una vieja embarcación de pesca de nombre "CINTA" flota con aspecto triste. Matriculada en Tarragona, se boto hace cien anos, en época de S.M. el Rey Alfonso XIII según me dice orgulloso su propietario. No sabe si el Ministerio de Pesca y el Ayuntamiento de Peniscola, van a permitir que la "CINTA"siga con vida en una plaza de la población; o se la trague la mar por siempre... Ojalá sirva de museo al esfuerzo de los hombres de la mar. Para estas nuevas generaciones que no conocen mas esfuerzo que el de apretar los botones del Nintendo, o del mando a distancia de la maldita caja tonta..

Me encanta hablar con los pescadores. En puerto o en la mar. Donde estemos los navegantes, esta la amistad siempre presente y solidaria. Entre una cosa y otra se hacen las cinco y zarpo. Palabras de animo desde el puerto que templan mi alma fría como este próximo amanecer que ocurrirá en mi rumbo al Delta del Ebro. Sol enorme y rojo que nace desde el infinito azul otra vez. Como tantas otras veces... Y Dios presente con esa fuerza que emana de su Creación.

Largas horas a rumbo directo Tarragona. La costa lejana a babor se adivina apenas.

Recalo en el Naútico tarraconense para repostar combustible y desayunar una buena tortilla de las mías: una yema y cuatro claras!

Continuo para llegar por fin a Port Ginesta a medio día. Mi amigo Alfonso Echegaray, Presidente del Naútico, me recibe.

Ahora hay que poner a punto la NUMANCIA. Manolo y Carlos de Wind CAT Service se van a encargar. Chus también va a ayudar. Trabajamos todo el día, y a las diez de la noche el trim esta reparado; el silent-block de proa cambiado; la turbina engrasada; se ha puesto todo a punto, y Chus ha instalado un suelo (viejo invento suyo para la NUMANCIA del Atlántico) que me librara de algún que otro impacto directo en mis pies; que van directos a las vértebras...

1 de septiembre: Zarpo a las nueve desde Port Ginesta rumbo a Barcelona. En el puerto hay una gran movida organizada a la perfección por Miriam Mateu. El Cónsul de Ucrania; el Vicepresidente segundo del Parlamento de Cataluña, mi buen amigo Ramón; la regidora de deportes del Ayuntamiento de Barcelona; y muchos amigos que han querido venir a despedirse: Jaime, Blanca, Yolanda, Víctor, Josep (de la casa Almendrola que ayuda también en mi proyecto, y además, curiosamente se llama igual que el fundador de Odessa: Josep de Ribas!!)

Hay muchos medios de comunicación. El Cónsul y la Regidora hablan muy bien. Unir España y Ucrania. Llevar Barcelona, Cataluña y toda España hasta Odessa! Que objetivo tan importante... Y recolectar fondos para Proyecto Hombre. Y fondos para la Fundación Catalana de Prevención del Cáncer. Y promocionar el deporte y la vida sana. Y hablar del respeto a la mar y a nuestra frágil naturaleza... En estos momentos, pienso en todas las razones que me animan a jugarme mi vida; y mis finanzas (no dejo que mis patrocinadores paguen los gastos hasta que haya conseguido mi objetivo) Pero estos motivos son grandes. y luego daré, como siempre, conferencias en los colegios, universidades y prisiones de medio mundo. Y eso para mi, es importante. Mas que mi pequeña empresa o el dinero que pueda ganar trabajando, duro, en mi oficina de Madrid diez meses de cada doce. Pero estos dos meses al ano que me regalo para mi pasión, me dan la fuerza para resistir el cemento de la Ciudad...

Ahora zarpo. He estado un mes entrenando en Formentera. Por la proa veinte días de lucha rumbo Este.

El cura del puerto de Barcelona bendice a mi pequeña embarcación y a su tripulante. Habla desde dentro. reza y todos con el. Palabras sentidas que van a viajar conmigo. Me regala un Nuevo Testamento que también me va a ayudar ahí afuera.

Con la imponente estatua de Colon como testigo, zarpo al fin.

Ondeo la bandera de Barcelona. Luego la Senyera con la de España. Juntas siempre. Como hace cinco siglos ya..

Un barco del S XVIII (igual que los que comandaba para la Armada Imperial Rusa, José de Ribas) esta fondeado para despedirme. Que emoción.

Víctor vuela un helicóptero desde donde las cámaras de TV3 filmaran la primera milla.

Enseguida quedo solo ante la mar otra vez. Recalo en Marina Badalona para repostar. Prosigo a Mataró. Recalo para recoger la bandera de la ciudad donde nació mi abuela paterna: Encarnación Bruguera. El regidor de deportes del Ayuntamiento, junto al director del puerto me la entregan con cariño.

Zarpo rumbo norte. Seis horas después reposto en Palamós. En mi caminar hacia el golfo de Rosas, avisto un velero con la Senyera. Sola. Me acerco, y como siempre hago en estos casos, les sugiero e invito a que ondee la bandera de España en su embarcación.

La de Cataluña es una de las banderas de España. Y una de las mas antiguas además. Y parte del escudo de nuestra Patria; sin la cual no existiría nuestra Nación cinco veces centenaria. El Estado moderno mas antiguo de Europa.

Se lo toman a bien y me dicen, muy educados, que tengo razón. Les despido con cariño para seguir mi rumbo.

Corto el Golfo de Rosas, y llego a Cadaqués.

Varo mi embarcación con la ayuda de tres chicos encantadores que me han visto llegar.

Voy a dormir en un pequeño hotel.

Amanece y me levanto para continuar mi viaje. Antes de desayunar me conecto a internet para ocuparme de redactar las notas de prensa; responder a correos de colaboradores y anunciar mi próxima llegada a puertos franceses.

Son las nueve, y al lado de la NUMANCIA hay varios niños. Julia es una francesa de seis anos que mira mi embarcación con unos ojos como platos grandes. Le digo que esta moto acuática es suya y mía. Sonríe y corre a decírselo a su madre. Un señor ingles, de Oxford, esta contemplando la escena. Se acerca y me hace mil preguntas. Desaparece y regresa con unas botellas de zumo de naranja y una gran botella de agua que me regala. Promete organizarlo todo para que vaya a dar una conferencia a la antigua universidad de su Ciudad.

El alcalde de Cadaqués, Joan Borrell (de ERC) me recibe en el pequeño embarcadero que hay debajo del Ayuntamiento. Simpatiquísimo, habla para la radio local de lo que significa mi travesía. Quiere que vaya al colegio de Cadaqués para compartir con los jóvenes de su Población, esta experiencia dificil pero preciosa.

Me despido. El Objetivo: Francia. Pero no la parte oeste del golfo de León. Mi idea es cruzar directo a Marsella, o incluso Toulon!! Me da bastante miedo. Son 140 Millas Naúticas a mar abierto y en solitario. Si lo consigo significaría batir un nuevo record del mundo de navegación: la máxima distancia a mar abierto sin barco de apoyo. No lo tengo muy claro, la verdad. Son muchas millas... Voy a Port Bou y lo decido sobre la marcha. La alternativa es dar toda la vuelta (pasando por Sete) Reposto a tope el deposito de la NUMANCIA y los dos bidones de 30 litros cada uno que llevo en la popa. 120 litros me dan una autonomía máxima de 145 millas (navegando a un régimen optimo y con buena mar...)

La mar esta en calma. El parte para las próximas doce horas es bueno. Hay una ventana. Una posibilidad. Quien no se arriesga no cruza la mar..; ni el gofo de León!

Vámonos. A rumbo. En el GPS establezco Toulon. El Sol lo tengo en la aleta de estribor. Mi sombra esta "a las diez" Esa es mi referencia. 27 nudos. Pronto desaparece la costa de España por la popa. Quedo en medio del gran desierto de agua. Otra vez... Igual que en ese "Terrible Mar Tenebroso" Ese Atlántico que tanto me hizo crecer, aprender, sonar y querer... A las dos horas avisto una embarcación que viene en mi rumbo. Es el pesquero español "BORJA" Los tripulantes no dan crédito. Pero si eres Marichalar! Ya nos hemos enterado de tu nueva travesía! (Siempre que me encuentro con pesqueros, les pido que certifiquen por radio que me han visto) Necesitas algo? Que huevos tienes tío... Luego todavía hay algún enterado que dice que lo tuyo es un montaje... Ojalá te vieran aquí.., aparecer solo desde el horizonte en esa pequeña moto de agua... Y ahora irte a Francia... Solo!! Toma un café o algo!

Me dan un café y les pido que certifiquen que me han visto. Me dan su animo y prosigo rumbo 65

Una hora mas tarde, otro pesquero, el "SORT DE TARRENT" Los mismos comentarios. El mismo cariño. La misma amistad instantánea, espontanea y verdadera.

Sigo en mi rumbo pendiente de que mi sombra este ahora ya "a las nueve..."

En la lejanía, otro barco. Esta vez un pesquero francés, el "SAINT JACKES" con base en Sete.

Tienes agua? Gasolina? Entusiasmados me ofrecen su ayuda. La maquina del barco hace mucho ruido y es dificil hablar de viva voz. Por eso, me alejo un poco y hablamos por radio. Les explico lo que trato de hacer. Llegar a Odessa. Desde Formentera! Les doy la dirección de mi sitio en internet. Me despido agradecido por su gran amabilidad e intención de ayudarme. Me despiden diciéndome que si veo problemas de autonomía me dirija a Marsella; rumbo 55. Me emociono por su marinería. Saben que llevo un GPS pero aun así me confirman rumbo, por si acaso... Esa es la gente con la que yo estoy a gusto, cono!

Al rato veo que ya llega la hora de repostar . Paro la maquina y comienzo la operación. La bomba manual; la manguera; mucho cuidado de no caer porque si vuelca mi embarcación con el deposito abierto es el fin... Despacio voy trasvasando el combustible del primer bidón. En esto, el rumor de un motor me sorprende. Miro 360 grados y no hay nada, nadie. El rumor se hace mas intenso. Es igual que una motora. Ya esta, tengo una alucinación "acústica" Tanto tiempo en pie, solo, pensando en mis mil pensamientos... Me he vuelto loco (aun mas...) Oigo lo que no hay!! Pero no, el rumor se hace ya ruido próximo. Es un avión. Bimotor. De la Marina francesa. Vuela a baja altura. Pasa sobre mi. Da la vuelta. Desciende casi en picado. Me da siete pasadas. A diez metros de altura! Puedo ver a un tripulante filmándome. Saludo. Me saludan. Establezco comunicación por radio. El pesquero les ha avisado. Saben que soy el que cruzo el Atlántico desde Roma a Nueva York en 2002. Vieron los telediarios de la TV francesa.. (porque si hubieran estado en España no los habrían visto tanto..) Me dan la bienvenida a Francia, y me animan a que lo consiga.

Sigo y sigo navegando. Como siempre en pie. Mi piel lleva horas húmeda atrapada por el neopreno. Tengo que secarme. Como suelo hacer cuando hay buen tiempo y no hace demasiado frío, me quito el cortavientos y el neopreno. Es una verdadera necesidad. Después de tantas horas mojada, mi piel se vuelve casi gelatina. Que bien se navega así... Que pocas veces hay buen tiempo en la mar, pero cuando lo hay.., nada igual!

He incrementado a 30 nudos. Lejos, un gran mercante me viene por la amura de babor, a rumbo de colisión (si no aminoro o incremento aun mas) Esta a unas tres millas. Decido quedarme en mi rumbo y velocidad. Efectivamente; en cuestión de minutos lo tengo a trescientas yardas. Y pienso eso de "Chufla, chufla; que como no te apartes tu..." Le paso por la proa a cien yardas y a 33 nudos. Puedo ver en el puente a los tripulantes, mientras imagino lo que pensaran...: "arrive de l'horizont; an foux fourioux, en jet; tout nue et a 33 neuds.." La verdad es que es una situación bastante peculiar. Probablemente nunca ocurrió antes, ni vuelva a pasar nunca...

Sigo fiel en mi rumbo. Calculo las millas que me quedan hasta Toulon. Calculo el combustible que estoy usando. No llego. Voy a poner la proa a Bandol. Hay bruma. Me va a costar ver la costa.. Pero al fin avisto tierra. Llego a Bandol con cuatro litros de gasolina en el deposito. En puerto, las personas que me ven llegar están alucinando. En Francia hay una gran afición a la mar, y la gente entiende muy bien lo que significan estas cosas. Duermo en Bendor, una pequeña isla que compro Paul Ricard y donde hay un pequeño hotel.

Zarpo. Avisto la isla de Hyeres. A babor muchas millas de una preciosa zona militar que se conserva como cuando todavía no había homínidos en el Planeta... Llego a Saint Tropez. Hablo con Alexandre Debanne; el deportista francés con el que estuve a punto de cruzar el Atlántico en 2001, en equipo (turnándonos) si no hubiese fallado el "DOUCE FRANCE"; barco de apoyo que apalabro Alexandre.

Prosigo a Montecarlo. A la altura de Niza, Bernard D'Alessandri (Presidente del Yacht Club de Mónaco) me intercepta a bordo de una semi-rígida. Viuajan con el periodistas del Nice matin y cámaras de la TV francesa. Navegamos en convoy y entro en Mónaco con la bandera de España.

Zarpo con rumbo a Génova.

Zarpo con rumbo Roma. Frío. Llueve intensamente. Antes de llegar a Porto Fino, paso por el monasterio de San fructuoso. es del ano mil. Precioso. Recalo brevemente. Sigo pero la mar no me deja pasar... Cae la noche tras diez horas navegando. Hay mucho viento. Siroco. La isla de Elba en la lejanía. A las dos horas de navegación nocturna, me veo obligado a refugiarme en San Vincenzo.

Zarpo rumbo a la Ciudad Eterna. Navego a diez nudos nada mas. La mar no deja!

Arribo al puerto de Ostia al anochecer. Otras doce horas de navegación hoy...

Zarpo rumbo Nápoles. Es imposible seguir. Esta muy peligroso. olas enormes y mucho viento. decido regresar a puerto pero al final pienso en la posibilidad de ir al centro de Roma. Me lo propusieron ayer los periodistas italianos. Dicho y hecho; remonto el Tíber. A medio camino, se mete un cabo en la turbina. Encuentro un astillero donde me ayudan a sacar la NUMANCIA del agua. Son los hermanos Giua. Han sido encantadores conmigo. El río esta totalmente degradado. basura por doquier y vertidos constantes de aguas sucias desde ambas márgenes. Es increíble que en Europa haya un lugar así. Y en Roma!! Con lo bonito que podría estar el Tíber... Y el partido turístico que se le podría sacar!

Finalmente llego a la isla Tiberina. No puedo continuar; hay una presa a babor, y un rápido a estribor. Los periodistas están ahí. Hacen unas fotos para las que ondeo la bandera de Barcelona y la de España. Una enorme nube negra se cierne sobre Roma. Va a caer el diluvio universal... Empieza a llover. Cada vez con mas fuerza.

Desciendo el Tíber. La turbina de mi embarcación sufre una vibración tremenda. Ha pillado algo. Mal asunto... Navego al ralentí mientras las gotas de agua caen del cielo como miles de perdigones, mientras empiezan a caer rayos a mi alrededor. Los latigazos me asustan de verdad. Estoy en el ojo de la tormenta. Unas enormes torres metálicas de conducción eléctrica hacen de pararrayos. Las serpientes azules caen a metros de mi. Estoy, que no estoy.. Helado de frío sigo descendiendo a cinco nudos!! La duda es tirarse al agua y tratar de limpiar la turbina, o esperar a encontrar un astillero como el que me ayudo antes.. Bucear en este basurero es tremendo. Solo la idea me da arcadas. Una rata muerta ahí. Un sillín de vespa al lado. Mil botellas de lejía, condones, el filtro de aire del motor de un camión flotando entre dos aguas, otra rata ahora viva que nada hacia un colector que vomita un chocolate denso... Y una garza que emprende el vuelo elegante. Y una familia de patos que nada con la corriente. y un cormoran de río que bucea antes de mirarme de reojo. Y ese árbol que regala unas flores blancas a quien quiera mirarlas. Y otros arboles todos en verde de septiembre y en duelo a muerte con los deshechos de esos homínidos que siguen violando sin freno la tierra y la mar. No hay otra. Hay que tirarse al agua. Como hago tantas veces en la mar, en el día o en la noche, cuando la hélice se "traga" un plástico. Sin pensarmelo mas, me lanzo. Con los ojos abiertos puedo ver todo lo que hay entre las aguas verdes y frías. Intento no fijarme demasiado en los "submarinos" y me concentro en sacar la porquería que se ha metido en la tobera. Saco de todo. Parece que ya esta. Salgo a flote para embarcarme. La corriente es fuerte y me cuesta muchísimo subirme. Lo consigo, pongo en marcha, y lo mismo. Sigue la vibración y no pasa de 2000 vueltas. Debe haber algo mas que porquería...

No quisiera cargarme el motor, con lo que paro la maquina y me dejo llevar por la corriente del río romano. El GPS da 3.5 nudos de velocidad. Calculo unas tres horas para llegar cerca de la desembocadura donde poder buscar ayuda. Pasan lentas las horas. No para de llover. Cada vez tengo mas frío. Intento hacer fondos sobre el manillar de mi embarcación para calentarme. No funciona. Estoy congelado. Al fin, veo un pequeño astillero. Pongo en marcha, y al ralentí me acerco. Amarro y salto a tierra. Hay cinco personas. Me ven helado. Les explico la situación. Todos a una se ponen en marcha; me llevan al cuarto de baño para ponerme debajo de un gran secador, me dan dos cafés, traen una gran toalla... Mientras, se ocupan de sacar la NUMANCIA del agua. Lo consiguen con una grúa que adaptan a la pequeña eslora de mi embarcación. Me llaman para ver el estado de la turbina. No se ve nada anormal. No hay NADA! Pongo en marcha y derrepente, sale despedido ...el tapón (amarillo) de una botella de Nestea..! Se había quedado entre dos alabes de la hélice impidiendo el efecto venturi que hace posible la propulsión. Agradezco desde el alma todo lo que han hecho mis ya nuevos amigos italianos, y zarpo rumbo a la desembocadura del Tíber. La idea es descansar para zarpar mañana. Reposto en la marina Puerto Romano. Salgo a mar abierto. Son las seis de la tarde. Quedan dos horas de Sol. Pero el viento a calmado un poco. Me planteo seguir. Y lo hago. Rumbo Sur! Navego hasta las tres de la madrugada después de repostar.

Me refugio a dormir.

Zarpo con el amanecer. Navego todo el día para llegar a Nápoles a las tres de la tarde. Justo después de un ultimo reportaje en la isla Procida. En Nápoles, me están esperando en el Circulo Canotiere Savoia. Su Presidente, Giuseppe Dellavechia me ayudo muchísimo en la Roma-NewYork. Ahora vuelve a regalarme el calor de los verdaderos marineros. Los que saben. Los que respetan el esfuerzo. Los que conocen a los navegantes.. Los medios de comunicación italianos han venido a recibir a este marino español. Les explico que mi recalada en Nápoles es importante porque José de Ribas nació en esta ciudad tan italiana y española a la vez. Los periodistas en Italia (como en Francia) están siguiendo mi intento de llegar hasta Ucrania con mucho entusiasmo. Publican la noticia desde el respeto y la profesionalidad. Saben que es algo único. Arriesgado. Durísimo. Dificil. Saben que si lo consigo habrá fondos para causas justas. Saben que arriesgo mis recursos económicos para poder navegar. Conocen mi peculiar relación con los patrocinadores: si no llego a Odessa, no pagan un duro. Y eso, lo consideran noticiable. Y a varias columnas. Este apoyo mediático en Europa me da unos ánimos que necesito para seguir en mi lucha. Apoyo que agradezco infinitamente en cada entrevista. Al fin descanso unas horas después de cenar en Da Dora con Giuseppe; de Harmont&Blane, marca italiana de ropa que quiere participar en mis expediciones marítimas. Giuseppe es una persona llena de energía que ve una oportunidad en el esfuerzo de este marinero navarro.

Pienso que tengo que ir a la Iglesia de San Antonio para pagar mi deuda con el Santo que encontró mi neopreno perdido. Pero no hay tiempo y tendré que hacerlo en otra escala.

Zarpo a la una de la tarde. Dellavechia, Giuseppe y varias personas del Savoia me despiden con un calor y animo que voy a necesitar... Rumbo Sicilia. Hay siroco. Pienso repostar en Capri. Creo que tengo suficiente combustible. Pero me equivoco. Cada vez hay mas mar. Sopla Eolo. Me viene por la amura de babor. El consumo se dispara. Tengo 60 litros en los bidones de popa. Pero repostar en esta mar es arriergadísimo. Tengo que ganar la costa de la isla que tengo en la proa. Finalmente llego. Al entrar en puerto, me quedo sin combustible a 100 yardas de la gasolinera! Alguien que me ha visto arribar, sale a los cinco minutos a bordo de una Zodiac a echarme un cable. Ha leído los periódicos de Nápoles y conoce mi travesía. Enseguida reposto. Después de comer una buena pasta, zarpo rumbo a Sicilia. Mi objetivo: llegar a Messina. Me esperan muchas millas al frente. Llego al golfo de Salerno. Dos posibilidades: cortarlo y aproar a Punta Licosa, o costear. Decido cortar. Otra vez a mar abierto... Navego despacio. La mar me viene de proa y no puedo hacer mas de 12 nudos. Cuando por la popa ha desaparecido la costa, me acuerdo de un mensaje que me ha enviado mi jefa de prensa. Dice que ha hablado con el redactor jefe de un periódico nacional, para preguntarle la razón por la que no publican nada sobre mi travesía. La respuesta: La travesía de Alvaro no tiene interés para la sociedad española. Cabreado, pienso en todo lo que han publicado los franceses e italianos. Telediarios. Paginas enteras en diarios de prestigio. El Nice matin, Figaro, Corriere de la Será... Pienso que la RAI ha enviado desde Roma, un equipo a Messina para filmar mi legada (si llego...) Inevitablemente me pregunto el porque mi travesía si "tiene interés para la sociedad" italiana y francesa, a juicio de los redactores jefes de los diarios señalados, pero no lo tiene en mi propio País (donde lo tenia antes de 1995; por ejemplo mi travesía Sevilla-Génova realizada en 1993: pagina en El País dominical; contraportada en El Periódico de Cataluña; telediario TVE o Antena3...) La verdad es que para mi como persona particular, la cobertura mediática no es transcendental, pero la necesito para mis patrocinadores, ya que mi acuerdo con ellos es no solo llegar a Odessa; sino también conseguir repercusión para sus marcas... En fin, no entiendo nada. Ahora bien, si me ven con una chica en el cine, entonces si que es una noticia de "interés para la sociedad española" Se entera.., hasta el redactor jefe!... Ando en estos pensamientos algo tristes, cuando derrepente algo me sorprende a babor. Un delfín nada a 10 centímetros de nuestra NUMANCIA. Da un salto tímido. A estribor, otro delfín salta algo mas confiado. Y otro delante. Y tres mas. Hay dos persiguiéndome en popa! Y empiezan a saltar. Todos a la vez. Y juegan. Se excitan. Me están hablando. Los puedo sentir. Y grito. Y les llamo. Que locura... Me dicen que pase del redactor jefe de los cojones... Que esta lejos. En tierra. En los barrotes de su inseguridad, miedos, complejos y tristeza. Lejos de nosotros, los pocos que luchamos por un ideal romántico. Aunque no este de moda. Aunque lo entiendan pocos. Y sonrío. Y me olvido del jefe, y de los redactores que tampoco saben revelarse contra el que les manda...

Voy a pasar toda la noche navegando. Tormentas. Rayos que igual que en el Tíber, caen cerca de mi. Me cruzo con un pesquero a las tres de la madrugada. A las cinco, me cruzo con un catamarán. Como siempre, les pido que den parte por radio a la Guardia Costiera. Tener tantos testigos, se hace necesario en otras tantas ocasiones. Sobre todo en mi Patria; donde tantas cosas se ponen en duda; sobre todo, si las realiza un compatriota...

La NUMANCIA no esta en plena forma. Noto una vibración que no me gusta nada. Algo grave ocurre... Puede ser el embrague del turbo. Puede ser una avería complicada...

Tras 23 horas y 50 minutos de una singladura muy dura, a las 12.45 llego por fin a Messina. La RAI sale a recibirme a bordo de una pequeña embarcación del Circulo Motonautica de Messina, tripulada por Antonio. También viaja Franco, de Harmont&Blane. Giuseppe le ha pedido que me asista en Sicilia. Estoy derrotado pero hay que hacer la entrevista con la RAI. Como digo han venido desde Roma para la ocasión. Ilaria, la periodista, es encantadora y entusiasta. Parece ella mas contenta que yo. Desde Formentera a Sicilia...

Duermo unas horas y zarpo con el amanecer. Frente a mi Reggio di Calabria. Mi embarcación no responde. Se para en medio del estrecho de Messina. Hay mucho trafico de cargueros, y estar a la deriva aquí, a bordo de un barquito de 3 metros de eslora es muy peligroso... Espero un poco. Pongo en marcha y llego despacito al puerto de Reggio. Consigo contactar con un mecánico de Bombardier: Giuseppe Canale de C&C, una reconocida escudería de competición de scooter, que triunfan en todas las carreras a las que se presentan. Peppe y su socio, Filippo Costantino vienen al puerto a ayudarme. Es domingo, pero no les importa. Sacamos la NUMANCIA a tierra y la llevamos al taller. Hay un problemón... El piñon del turbo se ha deshecho y ha entrado en el motor. Hay que sacar y desmontar el corazón de mi barquito. Es una tarea ardua pero mis amigos ya de toda la vida, lo van a hacer. Lo quieren hacer. Ayudan Constante Filippo; Ripepi Rocco; Canale Claudio (hijo de Peppe); Foti Daniele y Romeo Giuseppe. Ellos son pescadores, mecánicos que conocen la mar y las historias de navegantes. Somos hermanos en el agua y en tierra. Que lección de solidaridad y verdadera amistad. Están trabajando duro. Todos ellos juntos. Cuando acaben , hacia las diez de la noche dicen, zarpare rumbo a Grecia. Entretanto, me han dejado este ordenador para escribirte este mi cuaderno de bitácora, que es para ti. Hoy es día 11. El día 16 como tarde tengo que llegar a Odessa porque el día 19 doy una conferencia en la sede de la Cruz Roja en Barcelona, y el 20 es la presentación en Madrid del documental que he producido para National Geographic Channel: "Alone in the Atlantic" Tengo que navegar día y noche. No hay otra.. Veremos. Espero poder seguir contándote la historia de este sueño...