Martes, 30 de Abril de 2002

Sigo hablando con los responsables de la investigación. He hablado con el inspector encargado del caso y me ha dicho que por ahora no hay nada concreto. Será difícil pero se intentará. Cada vez veo más consecuencias negativas derivadas del lamentable robo sufrido. Moralmente estoy en mi punto más bajo. No solo de la travesía; también de los últimos años. Tanta ilusión, preparativos, esfuerzo... para que desaparezcan así. Intento evitar caer y pienso en la inmensidad de los motivos que impulsan mi singladura, pero me siento mal y no se si lo voy a conseguir. Ahora no sé si voy a poder seguir. Casi como un autómata, como luchando por inercia, decido ir a Santa Cruz de Tenerife para intentar buscar un equipo de filmación de urgencia. Tras muchas llamadas a la Península, en Panasonic Barcelona me ponen en contacto con alguien que se ha convertido en especial para nuestra expedición. Se trata de Chandru. Desde el primer momento se vuelca en ayudar a localizar un equipo para poder filmar lo mínimo. Y finalmente lo encuentra. Se trata de una cámara que nos puede dar una calidad suficiente para editar el vídeo. El esfuerzo de Chandru y de su mujer Maya es impresionante. Desde la más pura filosofía de lo que significa ayudar; lo consiguen. No es lo que teníamos, ni la sofisticación, ni calidad, ni posibilidades de antes, pero podemos salir del paso. En Santa Cruz, Toni y su hermano también se han volcado. Ellos son otras personas que pertenecen a nuestra expedición. Durante todo el día han estado pendientes de todo y han hecho posible que el día en la preciosa Ciudad de Santa Cruz cundiera al máximo. ¡Mil gracias amigo Toni! Finalmente, regreso a Puerto Colón cargado con todo lo que he podido conseguir, incluyendo unos bidones que el encantador y siempre dispuesto Rafael del Castillo me ha enviado desde Las Palmas. La de hoy ha sido una jornada durísima. Creo que mañana podré zarpar al fin.