Sábado, 30.03.02

Está todo preparado para zarpar. A las siete de la mañana pido el parte y me dicen que la cosa vuelve a estar mal. Hay aviso de temporal en aguas del estrecho de Gibraltar. Fuerza ocho en Algeciras con mar muy gruesa. Otra vez me dejo llevar por el instinto. Aunque no es recomendable salir hoy, el viento de levante me beneficia porque lo tendré en dirección de mi rumbo; navegar con la mar es mejor que en contra, aunque en caso de caída el peligro es el mismo.. Finalmente zarpo. La mar está mal. Navego con la mar por la aleta de babor hasta que empiezo a divisar el peñón de Gibraltar en la lejanía. Tras dos horas llego a la mítica roca donde la mar se hace cordillera quinientas yardas antes de doblar Punta Europa. La mar enloquecida de furia, vientos y corrientes en todas direcciones, me hace sentir miedo otra vez. Sin embargo, mi "NUMANCIA" resiste y la bandera de Navarra ondea en el barco de apoyo que navega media milla mar adentro. Puedo sentir que de alguna manera Navarra está bordeando Gibraltar desde nuestra mar. Una caída aquí sería fatal porque sería imposible el rescate; por eso me concentro al máximo para mantenerme firme. Al superar el cabo quedo a resguardo poniendo rumbo a la Línea donde nos quiere convidar a almorzar el Señor Alcalde. Gibraltar aparece con la elegante forma que le dió el Creador. Arribo a puerto y por segunda vez me siento acogido por la maravillosa gente de La Línea de la Concepción. En el almuerzo, el Alcalde nos habla sobrTras despedirme en La Línea, y pasar por nuestra querida tierra gibraltareña, pongo rumbo a Cádiz. La mar sigue revuelta y el sol empieza a esconderse. Tarifa aparece ya de noche. Su fortaleza que siempre me ha impresionado por su belleza y sus playas de vientos constantes quedan a estribor. Tras cinco horas de noche y frío entro en la bahía de Cádiz plagada de inmensos mercantes fondeados. Son las doce y media de la noche y decido parar a descansar en el Puerto de Santa María. Mañana entraremos D.m. en Sevilla.

Saturday, 30,03,02

Everything is prepared to weigh anchor. At seven in the morning I request the part and they say that the thing returns to be bad. There is storm warning in waters of the Straits of Gibraltar. Force eight in Algeciras with very heavy sea. Again I let myself take by the instinct. Although it is not recommendable to leave today, the East wind benefits me because I will have it in direction of my course; to sail with the sea is better than in against, although in case of fall the danger is the same one. Finally I weigh anchor. The sea is bad. I sail with the sea by the port until I begin to descry the rock of Gibraltar in the distance. After two hours I arrive at the mythical rock where the sea is made mountain range five hundred yards before doubling Europe End. The sea driven crazy of fury, winds and currents in all directions, makes me feel fear again. Nevertheless, my " NUMANCIA " resists and the flag of Navarre waves in the support boat that sails average mile out to sea. I can feel that somehow Navarrese world the historical standard of our old Kingdom, represents another incentive not to defeat me before all the adversity that I am finding in my hard way . For a moment I think to join Navarrese with Gibraltar. There are many historical and affective reasons. I am going to work in this idea when I returns from America. After dismissing me to the Line, and going through our dear Gibraltarian earth, I maintain course to Cadiz. The sea follows scrambled and the sun begins to hide. Tariff appears already at night. Their strength that always has impressed me by its beauty and its constant wind beaches has left starboard. After five hours at night and cold I enter the bay of plagued Cadiz of immense anchored merchants. They are twelve and the average one at night and I decide to stop to rest in the Port of Santa Maria. Tomorrow we will enter in Seville.