14 de Junio
Tampoco hoy he podido dormir. La reunión que tengo hoy con el propietario del barco que me recomendó ayer Henry me tiene sobre ascuas. A las once me cito con Edgar en su barco. Se llama “LIBERTAD” y tiene 61 pies de eslora. Está amarrado en el San Juan Bay Marina. Está pintado de azul y blanco y tiene un aspecto perfecto. Me embarco y Edgar me presenta a su marinero que se llama Manuel. La “buena onda” con los dos es inmediata. Tras darme los datos y características de su embarcación, me habla de las condiciones económicas para su alquiler hasta Miami. Los seguros, instrumentos de navegación, motores, autonomía, titulaciones, etc. están en perfecto orden. Me comenta que impulsa nuestra expedición a través de la promoción del deporte. Comento que las singladuras son durísimas. Le digo que navego todas las noches y además tengo que llegar antes del día 22. A Edgar le gusta que los sueños se hagan realidad y no le importa la dureza; está acostumbrado a las situaciones límite. Cerramos nuestro trato con un apretón de manos que siento verdadero. Ya tengo barco. El “LIBERTY” acompañará D.m., las últimas mil doscientas millas que quedan hasta Miami. Edgar me dice que tengo el barco a disposición desde ese mismo momento. Puedo cargar el material y zarpar de inmediato. Mañana a primera hora nos vamos. Casi no lo creo.. Informo a Emilio y Cristina. Me proponen ir a cenar hoy a su casa para celebrarlo y despedirme. Han ayudado a que un navegante español pueda seguir su viaje. Edgar ha venido con su hermana Melba que brinda hablando desde la inteligencia y sensibilidad de una persona especial. En pocas horas, todo a cambiado. A mejor.. Me siento feliz. Esta noche ya la pasamos en el barco. ¡Mañana zarpo!
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